viernes, 17 de junio de 2011

Cómo estimular la lectura en niños

En la era de la tecnología y de la aparición casi constante de aparatos multimedia, parece impensado que algún niño sienta la necesidad de abrir un libro. Sin embargo, cuanto más bombardeo informático, mayor es la necesidad de que los más pequeños se familiaricen con las historia en papel. “Tener la rutina de leer al menos unas páginas cada día es importante para que el cerebro del niño se expanda, ejercite la lectura, mejore su amplitud de vocabulario y tenga una mejor ortografía”, sostiene la psicopedagoga argentina Analía Ramírez.


Pasos para lograr una cercanía eficaz con el libro:

 

· Predicar con el ejemplo. Es importante que el niño vea al adulto con un libro y que vaya asimilando que esta experiencia es algo natural que ocurra como pasa con el baño, el dormir o el comer.

· Dedicar unos minutos cada día para leer con el pequeño. “El momento anterior a acostarse puede ser ideal ya que ambos están relajados y dispuestos a escuchar una breve historia”, comenta la profesional.

· Hacer que el niño no vea que la lectura es algo obligatorio, sino que es algo que es parte de la vida de la familia.

· Las visitas a la biblioteca son importantes para que se familiarice con el ambiente y pueda adquirir el hábito de poder leer con asiduidad.

· Una manera estimulante es regalarle un libro como premio. “Cada vez que el menor haga algo bien, en vez de premiarlo con dulces o juguetes se le puede regalar un libro para que comience a tenerle afecto”, aconseja la especialista.

· Los libros tienen que ser de temas afines al niño. “De nada sirve estimularlo con una lectura que no es acorde a su edad. Si le gustan los dinosaurios o los coches es poco probable que no despierte interés al escuchar la historia”, recomienda la profesional.

· Hay libros con texturas, fragancias y música. Son maneras interesantes de incluir a los más pequeños e introducirlos en el mundo de la literatura.

· Si no hay libros en casa, procurar que lean revistas, periódicos o artículos en Internet. “Hay muchas maneras posibles de acercarlos a la lectura aunque no se disponga de un libro a mano”, opina Ramírez.